Tras algunos días en Saujil, volví. Nunca use el blog para comentar acerca de mí, pero como nadie lo visita entonces me pareció bueno plasmar mis ultimas impresiones. No volvía a este lugar desde el verano, sin duda es ideal para descansar de la aturdente ciudad y de sus tan odiadas rutinas, creo que nunca respiré tanta paz en otro sitio como acá. Es en un lugar tan apartado como este en donde la gente aprende a apreciar lo simple y lo imperioso de la vida.. Hace ya un poco mas de 4 años visite por primera vez esta localidad en invierno, me toco una suave y fría nevizca, casi planeado para una visita a los baños de aguas termales en plenos Andes Fiambalenses. La pasé muy bien aunque la puna y las altas temperaturas de las aguas me hayan hecho conocer la inconsciencia por unos minutos.
En este invierno también fui en busca de nieve, pero encontre muy poca y con muchas probabilidades de que no vuelva a nevar, el sol concluyó con mis espectativas. La casa tenía sabor a nostalgia desde el momento en que entré, no me sentía muy animado; creo que quedé un poco resentido despues de lo que significaron mis ultimas vacaciones, pero creí que era solo una impresion de momento, aunque en cada rincón algúno que otro recuerdo mataba mi entusiasmo y a un lado de la chimenea ardiente el mundo parecía tener gusto a tristeza. No me quise sentir así, sin embargo, fue imposible.
Al menos creo haber resuelto gran parte de mi problema, la resignación al fin se puso de mi lado y no me quedo otra que recibirla con la cara llena de risa. No siempre pude vivir de acuerdo a mis objetivos, no todo me salio bien, pero puedo rescatar que de cada caída aprendí y a lo sumo la culpa no formo parte de mi malestar esta vez. Tan solo melancolía.

Aveces creo que no entiendo nada y otras veces creo tenerlo todo mas que claro, es un poco confuso pero es por lo que hay que pasar que se le va a hacer. :/


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