martes, 21 de octubre de 2008

Afortunado de delirios

Me voy a una isla de por ahí de vez en cuando a algún lugar, soy de esos que no tienen para vivir mas que un pedazo de pan, y aunque encuentro cada día un sueño roto, junto a mi almohada al despertar, vivo en este mundo turbio y loco, que creo solo se hizo para soñar.

Me desilusionan los ignorantes, los incompetentes, los vigilantes y… es que estoy cansado de involuciones, de confiar en los que negocian con canciones, los que viven de la angustia de los demás.

No soy más que porquería en esta tierra, partidario de la guerra, unitario-federal, soy coleccionista de tristezas, productivista de falacias, abogado de desgracias, secretario del dolor. No merezco ser el dueño de inteligencia sublimada, en este mundo no soy nada, apenas un invento de Dios.

Solo creo que en la gracia de una madre, en los ojos de algún sastre, tal vez en la sonrisa de una flor, se esconde el secreto de haber nacido, afortunado de delirios, y de uno que otro estribillo en donde siempre te encuentro a vos.

Solo quisiera una vez mas comprenderte, saber por qué quiero otra vez tenerte ,entre mis brazos mi amor, si tan solo fuera fácil encontrarte y entre caricias besarte, como el primer día en aquel portón, mi Dios, cuanta lagrima dejé arrendada, desde aquel instante en el que vomitaba mi dolor, nunca olvidaré esa mañana al otro día que me preguntaba, por qué me ardía tanto el corazón y es que ya no eras mía, pero si de la vida, en la que ya no estaba yo.

No soy más que porquería en esta tierra, partidario de la guerra, unitario-federal, soy coleccionista de tristezas, productivista de falacias, abogado de desgracias, secretario del dolor. No merezco ser el dueño de inteligencia sublimada, en este mundo no soy nada, apenas un invento de Dios.

Gustavo Plaza

miércoles, 8 de octubre de 2008